Cuando pienso en cómo pueden reducir su impacto ambiental otras organizaciones, pienso en lo que he aprendido desde que anunciamos nuestros compromisos en 2016 hasta llegar a donde nos encontramos hoy.
1. Evitar las actividades que producen mucho carbono es un gran esfuerzo de equipo y requiere una gran colaboración por parte de los empleados. El primer paso de nuestra estrategia incluyó elegir actividades que dejan una huella de carbono menor. Por ejemplo, cada mes de septiembre organizamos nuestra semana de "trayectos al trabajo sin contaminar" para ayudar a que los empleados opten por un trayecto que reduzca parcial o totalmente las emisiones de carbono. Aprendimos que explicar nuestro objetivo de sostenibilidad (y sus beneficios) a nuestros empleados era algo que había que hacer y les ayudó a comprender la importancia de evitar ciertas actividades que dejan una mayor huella de carbono.
2. Reducir la intensidad de carbono mediante la eficiencia requiere colaboraciones sólidas con otros equipos. Las colaboraciones interdisciplinarias sólidas en su organización son fundamentales para ayudar a reducir las emisiones en todos los ámbitos de la empresa. Tenemos la suerte de contar con equipos increíbles de inmuebles, finanzas e instalaciones que se alinean con nuestros objetivos de sostenibilidad. Gracias a estas relaciones, pudimos reducir la intensidad de carbono en más de una tercera parte en nuestras oficinas y centros de datos. Mediante la incentivación de una cultura de desplazamiento con bajas emisiones de carbono entre nuestros empleados y centrándonos en la importancia que tiene elegir unas u otras opciones, también pudimos reducir las emisiones de los desplazamientos del empleado medio en más de un tercio.
Otro logro en nuestro camino hacia las emisiones cero fue trabajar en colaboración con diferentes áreas de la empresa para poner un precio interno al carbono. Básicamente, asignamos los costes del carbono a cada función operativa, por ejemplo, nuestros centros de datos o edificios de oficinas, lo que significa que son responsables de sus emisiones. A largo plazo, esto crea un incentivo financiero para tomar mejores decisiones empresariales en función de los efectos del carbono. Después, utilizamos esos fondos para invertir en energías renovables y compensaciones de carbono para ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos.