En la última década, y especialmente en 2020, las empresas han tenido que encontrar nuevas formas de enfrentarse a desafíos extraordinarios. Lo que ha quedado claro es que las organizaciones que adoptan la transformación digital con decisión cuentan con más garantías (y muestran mayor resiliencia) a la hora de afrontar los problemas.
Un estudio reciente de IDC demuestra que "las organizaciones que priorizan lo digital son dos veces más rentables y generan ocho veces más ingresos que sus homólogos no digitales del sector". Además, IDC afirma que el 80 % de los CEO notan que deben ofrecer algún tipo de transformación digital y lo tienen como prioridad.
Resiliencia, agilidad y la transición hacia una revolución digital
Una encuesta global de Workday, "Agilidad organizacional a escala: la clave para impulsar el crecimiento digital", concluyó que más de un tercio de las empresas esperan que en tres años el 75 % o más de sus ingresos provenga de iniciativas digitales. No hay que olvidar que el porcentaje se ha triplicado desde 2019, cuando tan solo una de cada 10 empresas hacía esa previsión.
Las expectativas de crecimiento de los ingresos digitales siguen aumentando. ¿Qué pueden hacer las empresas para acelerar sus iniciativas digitales? El estudio de Workday comprobó que las empresas que reaccionaron antes a la pandemia probablemente también fueran las primeras en adoptar la agilidad mediante la integración de, entre otras cosas, la accesibilidad a los datos y la colaboración transversal.
En el evento digital Conversations for a Changing World de Workday, Carolyn Horne, presidenta de EMEA de Workday, mantuvo una conversación con el Dr. Michael Kranz, CIO de Thyssenkrupp Steel, sobre cómo la empresa ha hecho de lo digital el centro de sus operaciones, ayudándola a adaptarse, responder y recuperarse más rápido durante los periodos de incertidumbre y de cambio constante.
Al describir la decisión de acelerar lo digital en su organización, Kranz explicó: "Invertimos pronto en lo digital y es una parte clave de nuestra estrategia, que abarca los negocios, la cultura y la tecnología. La transformación de la tecnología consistió en pasar de sistemas legacy a plataformas más integradas. Respecto a la cultura, establecimos un programa de pioneros digitales combinado con un laboratorio digital. Pero, antes que nada, teníamos que establecer nuevos servicios digitales y mejorar las relaciones con los clientes. Nos esforzamos en crear una mentalidad digital para nuestros 27 000 empleados".
Agilidad y resiliencia en plena tormenta
Si bien la COVID-19 ha afectado a muchos sectores de diferentes maneras, un elemento común es que su repercusión ha acelerado la transformación digital y ha dejado al descubierto una clara brecha entre las empresas que ya estaban invirtiendo en modelos operativos digitales y las que no. En la encuesta de Workday preguntamos a más de 1000 líderes empresariales (alta dirección o sus subordinados directos) si estaban equipados para responder con velocidad y a escala a la pandemia de COVID-19. Las respuestas a esta pregunta identificaron dos grupos y su capacidad para reaccionar: los "rápidos en reaccionar" (73 %) y los "lentos en reaccionar" (27 %).
Thyssenkrupp Steel ha hecho frente a varios desafíos a lo largo de la pandemia. El rol de lo digital para impulsar la agilidad y la resiliencia durante este periodo ha sido clave. "Nos vimos obligados a cambiar a más de 3 000 personas al teletrabajo de la noche a la mañana. Pero nuestras instalaciones de producción requieren mano de obra en la propia empresa, por lo que, con la misma celeridad, tuvimos que establecer normas de higiene y también facilitar el acceso remoto a los sistemas locales. Ha sido una tremenda tarea pero nuestros sistemas y procesos nos han permitido responder a las exigencias de la crisis sanitaria", explicó Kranz.
"Al mismo tiempo, estaban en juego factores económicos. Necesitábamos ahorrar y estudiar cómo podíamos reducir nuestra cartera de proyectos. Tuvo que hacerse muy rápidamente", explicó Kranz. "Hubo cambios en la organización que nos obligaron a cambiar nuestros procesos internos y a dejar de trabajar en silos organizacionales. Para el 1 de mayo [de 2020] habíamos logrado reorganizar la empresa. Nuestros líderes tenían que reunirse con sus homólogos virtualmente y dirigir de forma digital su nueva organización".