El Walkman, el iPhone y la tormenta perfecta de la innovación para la convergencia

El iPod y, posteriormente, el iPhone hicieron que el Walkman quedara obsoleto, y los consumidores han pasado del software de productividad personal a Internet. Sin embargo, estas innovaciones no impulsaron el cambio: fueron el resultado de una convergencia de cambios que incluían nuevas exigencias de los clientes. Ahora estamos siendo testigos de una tendencia similar en el mundo del software empresarial.

Si ya tiene algún que otro año a sus espaldas y goza de buena memoria, puede que recuerde cuando, en junio de 1980, se lanzó en Estados Unidos el primer reproductor estéreo portátil de bajo coste del mundo, el Sony Walkman, a un precio de 150 dólares. Masaru Ibuka, cofundador de Sony, quería poder escuchar óperas durante sus frecuentes vuelos transpacíficos, así que, el Walkman se lanzó al mercado como una oportunidad para que los oyentes pudieran recuperar el tiempo perdido mientras viajaban.

A este reproductor le siguieron varias versiones, pues los productos de Sony fueron cambiando del casete al CD, luego al minidisco y al mundo digital de MP3. Sony definió un enfoque novedoso y personalizado para escuchar música que ahuyentó a los competidores durante las décadas de 1980 y 1990. Durante un tiempo, el Walkman y sus versiones posteriores fueron la opción de facto para escuchar música en cualquier lugar. La situación cambió en 2001, año en el que Apple presentó el iPod y, más tarde, el iPhone. Con el ecosistema de iTunes como base, el iPod marcó el fin del mercado de la música tal como lo conocíamos, lo que supuso el adiós al Walkman.

Sin embargo, en lugar de centrarnos en cómo los dispositivos individuales como el iPod cambiaron la forma de escuchar música, pensemos en la convergencia de varios grandes factores: una tormenta perfecta de factores comerciales, sociales y culturales que precedieron al dispositivo real e inspiraron este cambio de comportamiento. Desde mi punto de vista, el iPod es una representación perfecta de una convergencia de cambios. No apareció y provocó estos cambios a propósito: fue el resultado más que el impulsor del cambio. Es decir, el éxito del iPod se debió a la mayor prevalencia de la música digital, que permitía a los consumidores llevar consigo no solo una lista de reproducción personalizada, sino miles de canciones. Además, iTunes pasó de ser una forma de organizar la música digital a un mercado que permitía a los artistas y las compañías discográficas monetizar la música digital.

La convergencia de grandes tendencias y avances tecnológicos se produjo justo en el momento perfecto para cambiar de forma radical el terreno de juego.

Estas disrupciones lideradas por Apple no eran casos aislados. Las "guerras de oficinas" de los años 80 y 90, cuando Microsoft, Borland, WordPerfect y Lotus, entre otros, lucharon por convertirse en la elección de los usuarios de ordenadores, fueron alimentadas ​​por la aparición de una mayor capacidad de procesamiento habilitada por la ley de Moore, así como por las exigencias cambiantes de los usuarios de ordenadores. Las personas querían poder crear gráficos, configurar presentaciones y compartir archivos más rápido tanto en casa como en la oficina. Tales exigencias crearon la necesidad de innovación y productos que permitieran a los usuarios de ordenadores trabajar desde casa como lo harían en el lugar de trabajo. De nuevo, la convergencia de grandes tendencias y avances tecnológicos se produjo justo en el momento perfecto para cambiar de forma radical el terreno de juego. Microsoft ganó esa batalla, pero la necesidad de conectarse y aprender de los demás daría lugar a otra disrupción: la población mundial se alejó de los paquetes de software para PC y se pasó a Internet.

La relación cambiante entre finanzas y RRHH

Cuando observo el mundo empresarial actual, especialmente el mundo en el que vivo en Workday, veo que se está produciendo un cambio similar con varios puntos de convergencia que redefinen el panorama. Veamos la relación cambiante entre finanzas y RRHH. Ambos son partners de negocio fundamentales, sin embargo, desde una perspectiva empresarial y tecnológica, siempre han sido dos funciones muy dispares, tanto en la forma en la que tratan los datos como en la que colaboran para prestar su apoyo a la empresa. No obstante, una serie de fuerzas externas ha creado la necesidad de que estas funciones trabajen en equipo de forma más inteligente, y eso requiere una arquitectura tecnológica capaz de respaldar esta colaboración más estrecha.

En lo que respecta a la parte empresarial, nuestro mundo ha migrado de las economías orientadas hacia la fabricación a las orientadas hacia los servicios, donde las empresas ya no miden la rentabilidad solo a través de la producción de bienes (por ejemplo, con los sistemas ERP tradicionales). Hoy en día, las empresas se desplazan hacia un mundo más complejo donde deben medir y generar informes sobre elementos intangibles como las personas y el contexto. Esto supone crear un mejor entendimiento de la relación existente entre personas y finanzas. En otro plano, la globalización continua de las empresas y otros aspectos, como el Brexit en Reino Unido y la reforma de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible de Estados Unidos, conllevan que las organizaciones deban ser más ágiles y capaces de implementar y gestionar una fuerza laboral móvil en épocas de constante cambio.

Después están los grandes impulsores, o lo que Gartner describe como "el nexo de fuerzas: social, móvil, cloud e información" que se aúnan para cambiar la forma en la que las empresas pueden y deben actuar en todos los niveles. Este hecho puede incluir el uso de analytics para mejorar la toma de decisiones, ofrecer aplicaciones empresariales con una experiencia de usuario que no requiere formación mediante dispositivos móviles o promover la colaboración social en el lugar de trabajo.

Puede parecer un proceso similar al de adivinar si fue primero el huevo o la gallina, pero, en realidad, se trata de la continua demanda de los clientes para mejorar y actuar de un modo más eficiente, así como desarrollar tecnología que nos ayude a movernos en un mundo empresarial en el que reina la incertidumbre. De la misma forma que el iPod de Apple y Microsoft Office fueron símbolos de cambio, creemos que los proveedores cloud como Workday, Salesforce, Amazon, Google, Box y Slack serán marcas representativas de la transformación de los métodos de trabajo y definirán la "nueva normalidad".

Creo que, dentro de no mucho tiempo, los líderes empresariales se preguntarán: "¿Pero no ha sido así siempre?".

La innovación tecnológica suelen crearla personas y empresas que detectan estos cambios radicales en el mundo empresarial y en la sociedad, aquellas que tienen la visión de futuro para reconocer que esos puntos de convergencia van a transformar los comportamientos, los modelos empresariales y los métodos de trabajo y, por lo tanto, son capaces de crear nuevos mercados o cambiar por completo los ya existentes para lograr un futuro mejor.

Creo que, dentro de no mucho tiempo, los líderes empresariales se preguntarán: "¿Pero no ha sido así siempre?". Contar historias de sistemas on-premise y del traslado de datos manual de un sistema a otro será como explicarle a un milenial la forma en que nos comunicábamos con nuestros amigos antes de la existencia de los teléfonos móviles. Puedo imaginarme la incredulidad y el error en sus caras. Aquellas empresas que piensen en realizar cambios en sistemas fundamentales como los de finanzas y RRHH, o que se pregunten si cloud tiene capacidad para resistir las cargas de trabajo empresariales más exigentes, deben recordar que, hace no mucho tiempo, la idea de un reproductor de cintas portátil también parecía descabellada.

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