Es fundamental poner de relieve que el objetivo de los agentes de IA no es reemplazar a los empleados humanos, sino mejorar sus capacidades. Como se destaca en The Rise of Global Digital Jobs, informe del Foro Económico Mundial, deberíamos ver a los agentes de IA como partners, no como sustitutos. Empoderan a las personas no para trabajar más, sino para hacerlo de manera más inteligente, posibilitando nuevos niveles de productividad y creatividad.
Y esta visión de la IA como un partner de apoyo está ganando terreno. Según un reciente estudio global de Workday, la gran mayoría de los empleados cree que la IA mejorará la creatividad humana, les ayudará a aprender nuevas skills y les permitirá centrarse en tareas más exigentes. De hecho, entre quienes ya utilizan herramientas de IA, el 93 % opina que les permite centrarse en responsabilidades de mayor nivel.
Eso es esencial para nuestra visión del futuro del trabajo. Creemos que los agentes de IA tienen el potencial de transformar la empresa, no reemplazando a las personas, sino potenciando las skills y el talento exclusivamente humanos.
El panorama cambiante del trabajo
La integración de agentes de IA en la fuerza laboral representa un cambio significativo en el panorama del trabajo. No se trata solo de automatizar tareas, sino de replantearse cómo se hace el trabajo y cómo gestionar la fuerza laboral del futuro. Esta fuerza laboral estará compuesta tanto por empleados humanos como digitales, cada uno con puntos fuertes y capacidades únicas.
Es una nueva realidad que requiere un replanteamiento de las prácticas tradicionales de gestión de la fuerza laboral. Al igual que hacemos al gestionar a nuestros empleados humanos, debemos considerar cómo incorporamos, capacitamos y gestionamos nuestra fuerza laboral digital. Eso incluye adaptar los valores y códigos de conducta de la empresa para dar pautas a la IA, establecer objetivos claros y medir el éxito de las iniciativas de IA, y garantizar prácticas éticas de IA y de privacidad de los datos.
Por ejemplo, ¿cómo garantizamos que los agentes de IA respeten los mismos estándares éticos que nuestros empleados humanos, o simplemente que respeten cualquier estándar ético? ¿Cómo podemos enfocar las expectativas de desempeño de las máquinas y medir sus contribuciones, o sentar las bases de esas expectativas? ¿Cómo garantizamos que los agentes operen de forma transparente y responsable, respetando la privacidad y la seguridad de los datos?
Imaginemos una empresa que utiliza 10, 100, 1000 o incluso decenas de miles de agentes de IA. La incorporación, la formación, la seguridad y la gestión del desempeño deberán gestionarse de forma centralizada, igual que los sistemas de RRHH gestionan a los empleados humanos hoy en día.
Estas no son simples cuestiones tecnológicas, sino cuestiones fundamentales sobre cómo diseñar y gestionar el futuro del trabajo. A medida que los agentes de IA se vuelven más sofisticados y se integran en nuestros workflows, necesitamos desarrollar marcos claros y estructuras de gobierno para garantizar su uso responsable y ético.
Aquí es donde entra en juego el concepto de "gestión de la fuerza laboral digital". Se trata de aplicar los principios de gestión de la fuerza laboral a esta nueva era de colaboración entre las personas y la IA, creando un entorno cohesivo y productivo donde puedan prosperar tanto los empleados humanos como los digitales.
David Somers, Chief Product Officer de Workday, señala que la gestión digital de la fuerza laboral no es solo una tendencia, es una necesidad. Y si queremos liberar el verdadero potencial de la IA, debemos tratarla como una parte genuina de nuestra fuerza laboral y gestionarla como corresponde.