Al cabo de unos minutos de charla con Chano Fernández, uno ya sabe que las claves del éxito para él son una sólida ética del trabajo, una actitud positiva y una dirección basada en la compasión y la empatía.
La carrera profesional de Chano comenzó en McKinsey & Company, donde ejerció como consultor sénior. Poco después sería partner fundador de Blue C, una empresa proveedora de servicios de Internet y TI. Y posteriormente ocupó cargos ejecutivos de ventas en Europa, en Infor y SAP, antes de unirse a Workday en 2014.
Hoy supervisa todas las relaciones globales con los clientes de Workday, en las áreas de adquisición, servicios, éxito del cliente y soporte al cliente. Chano aborda sus responsabilidades con un optimismo palpable y una energía que inspira a su equipo para hacer un gran trabajo y satisfacer a más de 9 000 clientes de Workday en todo el mundo.
Aunque la carrera de Chano ha seguido una trayectoria lineal, su enfoque de liderazgo se ha visto influido por ciertos giros imprevistos, algunos de ellos ocurridos el año pasado. Asumió el cargo de co-CEO de Workday en agosto de 2020, durante la pandemia global, en un clima de reconocimiento generalizado de las injusticias sociales y polarización política en Estados Unidos. Podría decirse que 2020 fue la prueba definitiva para los líderes empresariales y Chano estaba dispuesto a afrontar los retos, junto con el cofundador de Workday, co-CEO y presidente, Aneel Bhusri.
Hablamos con Chano para saber más sobre las áreas en las que centra su atención, su percepción al cumplirse el primer año de su nombramiento como co-CEO de Workday y qué es lo que más le entusiasma del futuro de Workday.
Se convirtió en co-CEO en momentos difíciles en todo el mundo. ¿Qué hizo para adaptarse a su nuevo rol durante la crisis?
Ahora que lo pienso, 2020 fue una clase magistral para quienes ocupaban cargos de liderazgo. Las soft skills, que son esenciales en una empresa, se hicieron aún más críticas. La empatía y la compasión formaron parte integral de todas las rápidas decisiones, acciones y comunicaciones que Aneel y yo impulsamos.
Nuestro propósito en Workday es inspirar un día de trabajo más brillante para todos y eso implica ayudar a nuestra comunidad en general a adaptarse y prosperar en este mundo cambiante. Para eso nos basamos en una serie de valores fundamentales y los empleados ocupan el primer puesto en esa lista. Así que al asumir el rol de co-CEO me centré ante todo en la seguridad y el bienestar de nuestros empleados en todo el mundo, para que a su vez pudieran ayudar a nuestros clientes y comunidades.
Cuando pienso en las medidas que tomamos en Workday, me siento increíblemente orgulloso de la ayuda prestada a nuestros empleados y de las iniciativas emprendidas para afrontar el momento, cosas como ofrecer flexibilidad, y apoyo financiero y del bienestar de los empleados e invertir en varias iniciativas de diversidad, equidad e inclusión.
También me enorgullece seguir respaldando a los clientes para ayudarles a afrontar las numerosas dificultades existentes en esta época de cambio rápido.
¿Cuál es el secreto de una buena colaboración entre los co-CEO y qué más nos podría contar sobre cómo se distribuyen Aneel y usted las responsabilidades del rol?
A mi esposa, Esther, y a mí nos gustan los bailes latinos de salón. ¿Y qué tiene eso que ver con el rol de co-CEO? Pues que en el baile de salón hay una estrecha colaboración basada en la confianza y el compromiso. Cuando tú y tu pareja tenéis esa base, la ejecución del baile es convincente.
Lo mismo ocurre con una buena colaboración empresarial y estoy orgulloso de poder decir que así es la que Aneel y yo tenemos en Workday. Además de confianza y compromiso, tenemos una amistad genuina que ha resultado valiosísima a la hora de tomar las medidas requeridas para el negocio, los empleados y los clientes —con el apoyo de nuestros partners— durante estos tiempos inciertos. Nuestra amistad basada en la confianza es especialmente vital cuando tenemos que improvisar un poco.