Empatía: qué significa para una empresa impulsada por IA

La IA sigue siendo una prioridad para los líderes empresariales, pero, ¿y el factor humano? Este artículo define la IA empática, sus capacidades y por qué es fundamental para mantener la conexión humana.

Ghadeer Redler 26 de febrero 2025
Hombre trajeado caminando mientras mira su teléfono

La empatía siempre ha sido un componente esencial para el buen funcionamiento de una empresa. En un informe reciente, EY Consulting descubrió que un 87 % de los empleados cree que la empatía se traduce directamente en un mejor liderazgo. Un alto porcentaje de empleados cree además que la empatía mutua entre empleados y líderes aumenta la eficiencia (88 %), la creatividad (87 %), la satisfacción en el puesto laboral (87 %) y la innovación (85 %).

En vista de las posibles repercusiones, todos los líderes empresariales deberían priorizar un enfoque empático. Y en el mundo empresarial actual, impulsado por la tecnología y la IA, es aún más importante mantener el factor humano.

Llega la IA empática.

Cuando se diseñan como parte de los procesos, la empatía y la inteligencia artificial (IA) pueden funcionar conjuntamente. La IA empática ofrece importantes beneficios en términos de eficiencia, escalabilidad y optimización, y al mismo tiempo responde a las exigencias humanas gracias a una comprensión del contexto y las emociones que las subyacen.

En este guía exploramos la IA empática, sus capacidades y cómo las empresas pueden utilizarla para crear un futuro donde la IA amplíe la conexión humana en lugar de sustituirla.

Un estudio de EY Consulting descubrió que el 87 % de los empleados cree que la empatía se traduce directamente en un mejor liderazgo.

Qué es la IA empática

La IA empática, o empatía artificial, es el desarrollo de inteligencia artificial capaz de simular la comprensión de las emociones humanas. Es importante destacar que la IA empática está diseñada para responder de manera considerada, servicial y pertinente. Va más allá de las funciones típicas de la IA (capacidades como la automatización de tareas y el procesamiento de datos) para incorporar elementos de inteligencia emocional y crear interacciones que parecen humanas.

Empatía auténtica frente a empatía artificial

Es importante señalar que, sea cual sea su nivel de empatía, la IA nunca podrá ser humana. La diferencia entre la empatía humana y la artificial es simplemente que esta última se genera mediante algoritmos. Los modelos de IA empáticos no "sienten" igual que los humanos. Lo que hacen es reconocer patrones en el lenguaje, el tono y el comportamiento, para interpretar estados emocionales y elaborar respuestas apropiadas.

Por ejemplo: un chatbot de servicio de atención al cliente basado en IA empática puede detectar frustración en el tono o el vocabulario utilizado por un cliente y ajustar sus mensajes para calmar la situación. Esto no significa que al chatbot "le importe" en el sentido humano, sino que está entrenado para reflejar comportamientos empáticos con el fin de satisfacer las necesidades del usuario. Al margen de su sinceridad, la empatía de la IA puede ofrecer grandes beneficios potenciales para las interacciones entre las personas y los ordenadores.

Cómo funciona la IA empática

Los sistemas de IA empática se basan en una combinación de procesamiento de lenguajes naturales (PLN), análisis de actitudes y algoritmos de comportamiento. Estas tecnologías funcionan conjuntamente para:

  • Analizar señales emocionales: a través de los patrones del lenguaje, el tono de la voz, las expresiones faciales (en algunos casos) y los datos de comportamiento, la IA identifica emociones como la alegría, la ira, la tristeza o la confusión.

  • Generar respuestas contextualmente pertinentes: basándose en sus análisis, la IA adapta las respuestas según el estado emocional del usuario. Por ejemplo, podría transmitir tranquilidad a un cliente frustrado o entusiasmo para celebrar el logro de un usuario.

  • Aprender y adaptarse: con el machine learning, los sistemas de IA empáticos perfeccionan sus respuestas emocionales a lo largo del tiempo, al estudiar diversas interacciones para mejorar su capacidad de imitar la empatía en una variedad de contextos. Estas "experiencias" emocionales iterativas son el eje de la empatía artificial. 

Por qué es importante la empatía artificial

El objetivo de la IA empática no es reemplazar la empatía humana, sino complementarla. Al automatizar interacciones inteligentes de manera emocional, las empresas pueden aprovechar los beneficios que ofrece la IA para la escalabilidad y la optimización de procesos, a la vez que siguen priorizando las relaciones humanas.

Gracias a que la IA gestiona las interacciones simples, como responder a preguntas frecuentes o encauzar consultas de servicio de atención al cliente, los equipos de personas pueden centrarse en relaciones más complejas y en tareas de gran trascendencia. Al mismo tiempo, las partes interesadas pueden disfrutar de la conveniencia que aportan las herramientas de IA de respuesta rápida, sin la sensación de que las interacciones sean robóticas o desconectadas.

"En el entorno empresarial hay una obsesión generalizada por los datos y la lógica, cuya eficacia depende totalmente de la existencia de un contexto humano".

Carolina Plumb Group CEO, Gravita

El valor de la empatía en un lugar de trabajo impulsado por IA

Nuestros lugares de trabajo son cada vez más dinámicos y tecnológicos, por lo que es importante recordar que las empresas siguen necesitando la conexión humana para prosperar. Sin duda, la IA desempeñará un papel central en las operaciones empresariales del futuro pero, sin empatía que la sustente, las empresas corren el riesgo de distanciarse de las partes interesadas esenciales.

"En el entorno empresarial hay una obsesión generalizada por los datos y la lógica, cuya eficacia depende totalmente de la existencia de un contexto humano", escribe la directora ejecutiva de Gravita, Caroline Plumb, en su reciente ensayo para The Times, sobre la emoción en los negocios. Plumb pone de relieve que centrarse solo en datos objetivos, uno de los usos más ampliamente aplicados de la IA, crea brechas culturales y puntos ciegos que pueden impedir las relaciones comerciales.

La IA empática, dirigida deliberadamente por personas de verdad, puede superar estas brechas y ayudarnos a ampliar, no a eliminar, la conexión con nuestros principales usuarios. Aquí explicamos cómo:

1. La IA empática mejora el bienestar de los empleados

En un lugar de trabajo impulsado por la empatía, los empleados se sienten valorados y comprendidos. La IA empática puede desempeñar un papel vital en ese entorno, al:

  • Supervisar actitudes: las herramientas de IA analizan la comunicación en el lugar de trabajo para tantear el estado de ánimo de los empleados y detectar posibles problemas, como el desgaste profesional.

  • Ofrecer apoyo: por ejemplo, un asistente virtual podría recomendar recursos de salud mental o sugerir unas vacaciones si detecta indicios de exceso de trabajo.

2. La interacción personalizada fomenta la satisfacción del cliente

La empatía es la base de las relaciones importantes con los clientes. La IA empática mejora las experiencias de los clientes al:

  • Adaptar las interacciones: los avances en PLN significan que la IA puede analizar el comportamiento de los clientes y las señales emocionales para personalizar las respuestas. Mediante soluciones que se ajustan a las necesidades específicas del usuario, se fortalece la experiencia del cliente.

  • Apaciguar disputas: la IA empática puede identificar la frustración o la confusión en el tono de un cliente y responder mesuradamente, con lo que se consigue reducir la tensión.

3. La empatía fortalece el liderazgo

El liderazgo en un lugar de trabajo impulsado por IA equilibra la innovación tecnológica con la conexión entre las personas. La IA empática ayuda a los líderes al:

  • Proporcionar insights: las herramientas de análisis de actitudes ofrecen datos en tiempo real sobre dinámicas de equipo, lo que les permite identificar retos y tomar medidas proactivas para abordarlos.

  • Mejorar la comunicación: las plataformas de IA pueden capacitar a los líderes para la comunicación empática y hacer que los mensajes lleguen a equipos diversos.

Los retos de la IA empática

Como cualquier tecnología, la IA empática conlleva retos. Para implementarla de manera responsable, las empresas deben abordar estos retos directamente y aplicar estrategias proactivas para superarlos. A continuación se describen cinco de los retos más apremiantes que afrontan en la práctica las empresas con la IA empática:

1. Utilización de la IA para sustituir a las personas

La IA empática es especialmente eficaz como herramienta para aumentar la empatía humana, no para sustituirla. La utilización de la IA para interacciones complejas y matizadas (como el asesoramiento psicológico, la comunicación de liderazgo o la resolución de cuestiones muy personales) puede producir respuestas impersonales o inapropiadas. 

Si bien la IA puede simular comprensión, carece de las experiencias vividas y la profundidad emocional necesarias para que exista una conexión auténtica. En esos casos, implementar una IA empática podría molestar a los usuarios y reducir la confianza en la capacidad de la empresa para satisfacer sus necesidades.

2. Potencial de uso manipulativo

La IA empática se basa en el análisis de datos emocionales como el tono, la actitud y los patrones de comportamiento, que pueden explotarse si se hace un uso irresponsable. Existe el riesgo de que los insights se utilicen para manipular las decisiones de los usuarios, por ejemplo, para vender más productos o influir en las acciones de manera que favorezcan los objetivos de la empresa, en lugar de los intereses de los usuarios. 

De ser así, podría ser perjudicial para la confianza y para la reputación de la marca, especialmente si los usuarios ven la IA empática como una herramienta abusiva en vez de como un apoyo.

Un estudio de PwC constató que solo el 11 % de las empresas ha logrado una implementación de la IA completa y responsable.

3. Sesgo en la interpretación de las emociones

La eficacia de los sistemas de IA empáticos depende de los datos utilizados para su entrenamiento. Por esa razón, son susceptibles a los sesgos presentes en los conjuntos de datos de entrenamiento. Estos sesgos pueden dar lugar a interpretaciones erróneas de las señales emocionales, especialmente en contextos culturales, lingüísticos o sociales distintos. 

Por ejemplo, la comunicación asertiva en una cultura podría percibirse como una actitud agresiva en otra cultura. El sesgo en la interpretación emocional afecta a las interacciones individuales y puede perpetuar estereotipos, lo que crea problemas sistémicos en el modo en que los sistemas de IA responden a diversos grupos de usuarios.

4. Privacidad y seguridad de los datos

Los datos emocionales (por ejemplo, el tono de voz, las expresiones faciales o el lenguaje escrito) que utiliza la IA empática son confidenciales por naturaleza. La recopilación, el almacenamiento y el análisis de dichos datos plantean cuestiones éticas sobre el consentimiento, la seguridad y la transparencia. 

Una mala utilización de los datos emocionales o una utilización sin el consentimiento explícito pertinente puede dar lugar a abusos de confianza e incluso tener implicaciones jurídicas. Las empresas deben abordar con cautela el aprovechamiento de los datos emocionales para mejorar las experiencias sin dejar de respetar la privacidad y la seguridad de los usuarios.

5. Cuantificación del ROI

La inteligencia emocional y las interacciones empáticas suelen producir beneficios intangibles, como una mayor confianza o lealtad, o una mejora del estado de ánimo de los empleados. Aunque son valiosos, estos resultados son difíciles de cuantificar mediante métricas de desempeño tradicionales. 

Sin métodos claros y medibles para evaluar lo que constituye una implementación satisfactoria, las empresas pueden tener dificultades para justificar los costes de las iniciativas de IA empática.

Preparar a las empresas para la IA empática

Para resolver los retos descritos anteriormente, las empresas deben tomar medidas para implementar la IA de manera diligente y meticulosa. Es un reto en sí mismo (un estudio de PwC reveló que solo un 11 % de las empresas afirma haberlo logrado) pero, con el plan adecuado, es posible. Estos son los pasos más importantes de un plan de implementación de IA empática:

1. Formar a los equipos para gestionar e interactuar con sistemas de IA

La IA empática es más eficaz cuando los empleados conocen bien sus capacidades y limitaciones. Al fomentar una cultura de conocimientos sobre IA, las empresas pueden maximizar el potencial de la IA empática y al mismo tiempo mitigar los riesgos. Las empresas deben proporcionar formación para garantizar que los miembros de los equipos:

  • Entiendan el papel de la IA: los empleados deben tener claro qué puede y qué no puede hacer la IA empática, para que las expectativas sean realistas.

  • Colaboren eficazmente: los equipos deben saber cómo integrar la IA empática en sus workflows, utilizándola para complementar el trabajo humano en lugar de reemplazarlo.

  • Respondan en casos extremos: los empleados deben tener las skills necesarias para intervenir cuando la IA se encuentre ante situaciones emocionales excesivamente complejas para esta tecnología.

Al fomentar una cultura de conocimientos sobre IA, las empresas pueden maximizar el potencial de la IA empática.

2. Fomentar la colaboración transversal

La IA empática suele abarcar múltiples dominios, desde el servicio de atención al cliente hasta la función de RRHH y el diseño de productos. La colaboración garantiza la integridad e inclusividad de los sistemas de IA empáticos y su alineación con las necesidades de la empresa. Para implementar la IA empática de manera eficaz:

  • Implique a diversos equipos: haga que partes interesadas de varios departamentos aporten opiniones sobre el diseño, la implementación y la supervisión.

  • Promueva ciclos de feedback: establezca canales para que los equipos multifuncionales compartan insights y perfeccionen las interacciones de la IA.

  • Aclare los objetivos: asegúrese de que todos los equipos entienden cómo la IA empática respalda la misión y los objetivos más amplios de la empresa.

3. Establecer objetivos claros y centrados en las personas

Las empresas deben definir el papel de la IA empática dentro del contexto de su misión y sus valores. 

Unos objetivos claros y orientados a un fin concreto crean una base para una IA empática que es efectiva y está alineada con las prioridades empresariales. Este proceso implica:

  • Centrarse en la experiencia de usuario: priorice los resultados que mejoren las relaciones con los empleados, los clientes y otras partes interesadas.

  • Definir casos de uso: identifique escenarios específicos en los que la IA empática añadirá el máximo valor, como la mejora del bienestar de los empleados o la personalización de las interacciones con los clientes.

  • Mantener el factor humano: aplique medidas de manera continua para garantizar que la IA empática aumente la conexión entre las personas, en lugar de sustituirla.

4. Definir métricas para el éxito

Para medir la eficacia de la IA empática, las empresas deben establecer métricas claras y medibles que se ajusten a los objetivos anteriores. Estas métricas deberían evaluar los efectos de la IA tanto en los resultados operativos como en la conexión entre las personas. Las consideraciones clave incluyen:

  • Puntuaciones de satisfacción del cliente: mida lo bien que la IA resuelve problemas, y cómo mejora las experiencias y la satisfacción general del usuario.

  • Métricas de implicación de los empleados: evalúe cómo la IA empática respalda la implicación, la moral en el lugar de trabajo, la productividad y la retención.

  • Aumento de la eficiencia: evalúe mejoras en los tiempos de respuesta, la automatización de tareas y la escalabilidad sin comprometer la empatía.

  • Precisión del análisis de actitudes: realice un seguimiento de la eficacia con la que la IA detecta y responde a las señales emocionales en las interacciones con el mundo real.

  • Indicadores de confianza y lealtad: supervise si las interacciones fomentan relaciones más robustas con las partes interesadas, como una mayor lealtad del cliente o confianza en el equipo.

La empatía no es solo una virtud, es una ventaja competitiva en el panorama empresarial actual.

 

5. Priorizar la supervisión continua de los aspectos éticos

Las consideraciones éticas son primordiales a la hora de implementar una IA empática. La supervisión de los aspectos éticos garantiza que los sistemas de IA empáticos mejoren la conexión humana de manera responsable, fomentando la confianza y mitigando los riesgos. Para mantener la atribución de responsabilidades, las empresas deberían:

  • Garantizar la transparencia: deben indicar claramente que los usuarios están interactuando con IA y ofrecer contexto sobre cómo se utilizan sus datos emocionales.

  • Proteger la privacidad de los datos emocionales: deben implementar medidas de seguridad estrictas para garantizar el uso seguro de los datos confidenciales (por ejemplo, los resultados de análisis de actitudes) y que no se utilicen indebidamente.

  • Evitar prácticas manipulativas: deben asegurarse de que los sistemas de IA estén diseñados para apoyar y ayudar, en lugar de explotar vulnerabilidades emocionales con el fin de obtener beneficios o ganar influencia.

  • Realizar auditorías periódicas: deben realizar revisiones frecuentes para identificar sesgos, imprecisiones o consecuencias no deseadas en el comportamiento de la IA.

  • Recurrir a la supervisión humana: deben asignar equipos de personas que supervisen y ajusten las respuestas de la IA, especialmente en situaciones delicadas o complejas.

Ponerlo en práctica

La empatía no es solo una virtud, es una ventaja competitiva en el panorama empresarial actual. Ahora que las empresas están adoptando la IA para optimizar las operaciones y mejorar la eficiencia, la IA empática es esencial para mantener el factor humano que favorece la confianza, la creatividad y los vínculos relevantes.

La IA empática ofrece una oportunidad única: permite a las empresas escalar la inteligencia emocional junto con la innovación técnica, garantizando que las partes interesadas se sientan comprendidas y valoradas en cada punto de contacto. Para alcanzar su potencial, las empresas deben abordar la IA empática con decisión, equilibrando sus capacidades tecnológicas con consideraciones éticas y supervisión humana.

Cuando la empatía y la IA se combinan de forma inteligente, las empresas pueden crear sistemas que no solo automatizan, sino que además conectan. Mejoran el liderazgo, enriquecen las relaciones con los clientes y fomentan entornos donde los empleados prosperan. La clave del éxito no está en reemplazar la empatía humana, sino en ampliar su presencia.

De cara al futuro, la IA empática no es solo una herramienta para la eficiencia, sino también una base estratégica para conseguir empresas que prioricen tanto a las personas como el progreso. 

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