Con una pandemia global y una situación económica difícil, el nivel de estrés de los empleados en todo el mundo ha aumentado durante estos últimos años. Según una encuesta de 2021 sobre trabajo y bienestar, llevada a cabo por la American Psychological Association, 3 de cada 5 empleados indicaron entre las repercusiones negativas del estrés relacionado con el trabajo la falta de interés, motivación o energía (26 %), la fatiga emocional (32 %) y altos niveles de cansancio físico (44 %).
Las constataciones de nuestro informe más reciente, "Addressing Burnout Risk in 2022", cuentan una historia similar. De los diez sectores en nuestro análisis, en siete de ellos se ha mantenido o incrementado el riesgo de desgaste de un año a otro.
Nuestro análisis del riesgo de desgaste se basa en los datos de encuesta despersonalizados de 1,5 millones de empleados en más de 600 empresas de todo el mundo.
Mayor riesgo de desgaste entre quienes trabajan de cara al cliente
En nuestro análisis del riesgo de desgaste se ha puesto de relieve la disminución de los niveles de energía de los empleados en varios sectores —entre ellos los de salud y farmacéuticas, transporte, bienes de consumo y fabricación— muchos de los cuales cuentan con altos porcentajes de empleados de primera línea.
En el sector de transporte ha habido un incremento significativo del riesgo de desgaste: un 60 % de las empresas entran en la categoría de riesgo más alto en 2022, comparado con un 44 % en 2021. Fue el incremento más pronunciado entre los constatado en el análisis actual.
Eso pone de relieve la necesidad de que las empresas ofrezcan apoyo para la salud mental y física de los empleados, y también introduzcan un mayor grado de flexibilidad y autonomía donde sea posible, para que los empleados puedan gestionar más eficazmente su carga de trabajo y conciliar mejor la vida laboral y la personal.
Niveles más bajos de riesgo de desgaste en empresas estadounidenses
En 2021 y 2022, algunos países se desenvolvieron mejor que otros: hubo empresas con sedes centrales en Australia y Alemania en las que la proporción de empresas con un alto nivel de riesgo de desgaste disminuyó respectivamente un 19 % y un 15 % de un año a otro.
Las empresas con sede principal en Estados Unidos tienen una de las proporciones inferiores entre las categorizadas como de alto riesgo, manteniéndose en un 17 % de una año a otro. El caso contrario es el del Reino Unido, que cuenta con el mayor porcentaje de empresas en la categoría de alto riesgo de desgaste: un 41 %.