¿Qué son la transformación y el cambio empresarial?
Teniendo en cuenta la mayor atención que se presta hoy en día a la transformación y el cambio, debido a las variaciones del mundo laboral que hemos citado anteriormente, cabe pensar que se trata de un fenómeno actual. Pero ya hace tiempo que la transformación y el cambio empresarial son pilares de una buena estrategia empresarial para que las empresas ágiles se adapten y evolucionen superando obstáculos internos y presiones externas.
Aunque ambos términos suelen usarse indistintamente, en Workday cada uno tiene su propia definición:
Transformación: un cambio planificado de antemano en la empresa, generalmente con un enfoque concreto (por ejemplo, digital o cultural) y el potencial de efectos amplios y previsibles en el rendimiento.
- Cambio: una variación no planificada debido a una serie de cambios continuos en un ámbito extenso, ya sea en el mercado o en la propia empresa. Suele producirse más lentamente y a más largo plazo, con una repercusión más limitada.
Las empresas siempre han afrontado oleadas de cambios por causas diversas, como los desarrollos tecnológicos, las condiciones del mercado, la competencia, las nuevas legislaciones, o variaciones sociales, demográficas o culturales. Todos los años surgen nuevas áreas de enfoque, como la pertenencia y la diversidad o las cuestiones relacionadas con el bienestar de los empleados a raíz de la pandemia. El cambio es algo natural en el ciclo de vida de cualquier empresa. Lo que hace que algunas aventajen a sus competidoras es la manera en que se adaptan a ese cambio y cómo desarrollan su propia estrategia de transformación empresarial.
El feedback de los empleados es esencial para la transformación empresarial
Según McKinsey & Company, un 70 % de los programas de transformación no consigue los objetivos propuestos. ¿Cuáles son los principales factores que contribuyen a ese fracaso? Las reticencias de los empleados y la falta de apoyo de la dirección. Pero las reticencias pueden vencerse fácilmente si se establecen vías de comunicación adecuadas para acercar entre sí a las partes interesadas.
La reticencia al cambio no está causada por la transformación propiamente dicha, sino porque muchos empleados no se sienten implicados con las decisiones pertinentes. Las empresas que los empoderan para moldear cambios empresariales de más envergadura se ganan la aceptación de los empleados e incrementan la implicación que habría faltado sin ese empoderamiento. McKinsey & Company también constató que las tres cuartas partes de los encuestados que dividieron su proceso en iniciativas menores, y cuyas transformaciones fueron sumamente satisfactorias, afirmaron que su personal era plenamente capaz o muy capaz de participar en el modelado de las iniciativas.
Para garantizar que los objetivos de la transformación se entienden en todo el ámbito empresarial, no basta con anunciarlos en blogs o por correo electrónico. La comunicación bidireccional posibilita conversaciones constructivas y elimina posibles desconexiones de los métodos de planificación top-down. Según un estudio realizado por BCG entre casi 1000 empresas de todo el mundo, los potenciadores clave para una transformación exitosa en el cuartil superior son la comunicación (con reuniones presenciales periódicas y programas de coaching de liderazgo) y herramientas específicas para la alineación entre las que se incluyen aplicaciones de software o elaborados métodos de seguimiento en tiempo real.
El feedback de los empleados juega un papel importante en la fase de planificación inicial y además sirve como método directo para corregir el rumbo cuando es necesario. Mediante la tecnología de escucha activa, las empresas pueden obtener insights en tiempo real sobre lo que los empleados opinan acerca del progreso conseguido en áreas de mejora potencial y así cerrar la brecha entre las partes interesadas. Estos valiosos datos serán esenciales para anticiparse a posibles problemas de futuros proyectos de transformación.
Medir la implicación del empleado en los programas de transformación empresarial
Nuestra encuesta global de 1150 directivos sénior —268 de ellos responsables de recursos humanos (RRHH)— reveló que un 64 % de los responsables de RRHH tienen confianza en la capacidad de sus equipos para acelerar la transformación y así posibilitar la transformación empresarial. Pero un 43 % declaró no confiar en la capacidad de sus equipos para reforzar el desempeño humano mediante el uso de tecnología. Para empoderar la opinión de los empleados hace falta una solución de implicación del empleado específica.
Con nuestra serie de preguntas sobre la transformación y el cambio, la novedad más reciente de Workday Peakon Employee Voice, su empresa puede recopilar proactivamente insights en tiempo real y generar recomendaciones de acciones basadas en datos al servicio de los mánagers. El éxito de esas acciones se puede medir y controlar a su vez, permitiendo a los mánagers identificar el efecto que cada acción tiene en la actitud de los empleados con relación al proyecto de transformación en general.
Entre las preguntas sobre la transformación y el cambio hay una aseveración que indica que la transformación y el cambio organizativo se gestionan debidamente dentro de la empresa. Al dar a los empleados la oportunidad de calificar esa aseveración en una escala de 0 a 10 —y con la posibilidad de añadir comentarios confidenciales— se consigue su implicación. Y tal aseveración engloba ocho factores impulsores de la motivación en el lugar de trabajo divididos en cuatro categorías:
- Comunicación del cambio: ¿cómo se mantiene a los empleados informados sobre la situación y las metas?
- Implicación en el cambio: ¿qué efecto tiene el cambio en los roles de los empleados y en su opinión al respecto?
- Planificación y recursos: ¿se han tenido en cuenta los riesgos y qué recursos de ayuda se han asignado?
- Certeza sobre el valor del cambio: ¿cuál es la opinión generalizada sobre la toma de decisiones de los líderes y las ventajas del cambio?
Los benchmarks internos indicarán qué áreas de una empresa requieren más apoyo, más aportaciones de ideas de los empleados o comunicación relativa al cambio para cerrar la brecha entre las partes interesadas. Y además, con el tiempo se podrá medir el progreso de la empresa con relación a benchmarks externos para permitir comparaciones de cómo se gestiona el cambio en organizaciones de diferentes sectores, regiones y tipos de negocio.
Al hacer esas preguntas e incorporar las respuestas al proceso y los planes de la transformación empresarial, su programa de transformación contará con más respaldo interno, una implementación más fluida y más probabilidades de integrar esos cambios correctamente para lograr una transformación organizativa más sostenible. Ese es el poder de la opinión del empleado.