Por último, las empresas deben considerar y privilegiar las opiniones de los empleados e integrarlas en la toma estratégica de decisiones. Eso implica prestar atención a los empleados en todo momento (no solo trimestralmente o una vez al año) para entender qué quieren y qué necesitan. Así podrán tomar medidas decisivas y satisfacer las necesidades cambiantes de los empleados. Esto impulsará un cambio positivo que contribuirá al éxito de la empresa en el futuro.
El trabajo flexible no consiste únicamente en permitir que los empleados realicen su trabajo desde casa: exige también la creación de un entorno que favorezca la autonomía y la confianza mutua. Ahora más que nunca las empresas deben prestar atención a las necesidades de los empleados con personas a su cargo, escuchar sus opiniones y comentarios y ser proactivas para encontrar soluciones viables.
"El auge del modelo de trabajo híbrido se debe al hecho de que en el mundo después de la pandemia mucha gente quiere volver a trabajar en la oficina, pero no todo el tiempo", afirma Rick Kershaw, director sénior de RRHH de Peakon, una empresa de Workday, en un artículo del año pasado sobre el trabajo híbrido. "Durante el confinamiento, mucha gente ha descubierto las ventajas del teletrabajo. Hemos pasado menos tiempo desplazándonos hasta la empresa y más tiempo concentrados en nuestro trabajo, y hemos tenido más autonomía sobre nuestros horarios".
Lo que queremos, al fin y al cabo, es la flexibilidad para poder estar lo mejor posible en nuestra vida en general, de la que la vida laboral es solo una parte. Eso puede significar encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal que mejor se adapte a las necesidades de nuestros familiares o amigos.
El futuro del trabajo pasa por apoyar los empleados, ya sea en la oficina, en casa o en cualquier otro sitio, y por adaptar las condiciones de trabajo a sus necesidades.
Para obtener más información, lea el "Informe sobre las expectativas del empleado - 2021".