Normativa de la UE sobre IA: un llamamiento a la acción global

La Ley de IA del Parlamento Europeo sienta las bases para la adopción del primer marco regulador global de IA en el mundo. Conozca las últimas noticias del vicepresidente de Public Policy de Workday, Chandler C. Morse.

14 de Diciembre

El 8 de diciembre de 2023, los negociadores del Parlamento Europeo, el Consejo de Ministros y la Comisión Europea anunciaron un acuerdo político sobre la Ley de Inteligencia Artificial, comúnmente conocida como la Ley de IA. Este importante paso supone la primera ley integral destinada a regular el desarrollo y la utilización de la inteligencia artificial.

Durante la última década, Workday ha estado a la vanguardia del desarrollo y la oferta de capacidades de IA y machine learning (ML) a nuestros clientes. Estamos entusiasmados con los numerosos beneficios que la IA y el ML aportan tanto a nuestros clientes como a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, entendemos que, para desarrollar todo su potencial, estas tecnologías primero deben ganarse la confianza del público.

Al reconocer el papel fundamental de la Unión Europea (UE) a la hora de definir la dirección de la política de IA, Workday ha participado activamente en el proceso en curso de la Ley de IA desde 2019. Durante este tiempo, nos hemos centrado en garantizar un enfoque matizado y basado en el riesgo que incluya requisitos normativos con una gran incidencia y una futura cooperación internacional. Como resultado, hemos contribuido al trabajo de los grupos de expertos de alto nivel y a la posterior asesoría dirigida por el gobierno. También hemos colaborado con los legisladores para trazar el camino futuro de esta ley. Más recientemente, nuestra implicación con los negociadores del diálogo a tres bandas dio lugar a sugerencias sobre los requisitos de transparencia del modelo fundacional (FM).

Mediante una normativa proporcional, inteligente y basada en el riesgo, podemos establecer la confianza y mitigar el riesgo de daños potenciales, al tiempo que fomentamos la innovación. La Ley de IA está diseñada precisamente para eso. Obligará a los proveedores de tecnología de IA a cumplir una serie de requisitos, fomentará el uso responsable de estas herramientas por parte de las empresas y permitirá que los reguladores hagan cumplir las normas. Los requisitos propuestos de la Ley de IA esbozan objetivos sensatos para gestionar los riesgos potenciales, muchos de los cuales están en consonancia con los principios éticos de la IA de Workday que han guiado nuestra estrategia para el desarrollo y gobierno responsable de la IA durante años.

Los negociadores de la UE dieron un importante paso e incluyeron requisitos significativos sobre los modelos fundacionales (FM) y la IA de propósito general (GPAI), al imponer requisitos normativos para cuando se integren en casos de uso de alto riesgo. Aunque aún no se ha elaborado el texto final, según el acuerdo, los proveedores de FM y GPAI deberán ofrecer transparencia a los proveedores e implementadores posteriores. La transparencia es un factor crucial en la utilización de FM y GPAI dentro de la empresa, y estamos deseando ver el texto final.

Puede llevar varias semanas ultimar el texto del acuerdo pero, a juzgar por este anuncio, parece que los negociadores han encontrado soluciones prácticas a una serie de cuestiones complejas. Confiamos en que la Ley de IA cumpla su doble objetivo de fomentar la innovación en IA y crear un mercado dinámico de tecnología fiable que particulares y empresas puedan utilizar con confianza. Seguiremos apoyando este proyecto hasta que se promulgue la ley a principios del año que viene.

Aunque estamos satisfechos con los importantes avances de la UE, entendemos que establecer reglas y normativas unificadas para la IA es fundamental para liberar todo su potencial y apoyar el uso responsable en todo el mundo. Instamos a los legisladores a que garanticen la armonización internacional a la hora de desarrollar una política de IA digna de confianza que favorezca la innovación y que, a la vez, proporcionen una base sólida para las operaciones internacionales. Seguimos comprometidos a colaborar con los legisladores de todo el mundo para fomentar la confianza en una IA para todas las personas.

20 de junio

Los debates sobre la regulación de la inteligencia artificial (IA) se han intensificado en Estados Unidos, lo que coincide con un importante avance en Europa. El proceso legislativo en Europa, que comenzó en 2018, alcanzó un hito importante esta semana, cuando el Parlamento Europeo votó las enmiendas a la propuesta de Ley de Inteligencia Artificial (Ley de IA). La votación pone en marcha las llamadas negociaciones a tres bandas, la fase final del proceso de la Unión Europea, y allana el camino para la probable adopción del primer marco regulador completo de la IA en Europa, y en el mundo, a principios de 2024.

En Workday, creemos en el poder de la IA para liberar el potencial humano. Al mismo tiempo, también creemos que estas tecnologías exigen un planteamiento político maduro, que es por lo que llevamos mucho tiempo abogando por normativas de protección oportunas que ayuden a generar confianza en la IA. Aprovechando la inercia de la creación de la Ley de IA, hemos colaborado con los legisladores en Bruselas para garantizar que los requisitos de la Ley sean significativos y viables. 

Nos complace ver que las enmiendas del Parlamento reflejan las sugerencias de crear una definición más ajustada de la IA, mantener requisitos razonables para los casos de uso de la IA y apoyar un enfoque matizado basado en los riesgos. Aunque esperamos ver mejoras adicionales a medida que se desarrolle el proceso, tenemos la convicción de que la Ley de IA desempeñará un papel fundamental en la construcción de un incipiente consenso internacional sobre los principios relacionados con la regulación de la IA.

Para muchos en Washington, que Europa desempeñe un papel destacado en el desarrollo de la política tecnológica no es ninguna novedad. En 2016, Europa adoptó una legislación sobre privacidad que ha pasado a ejercer un rol importante en la regulación internacional de la misma. Tras la aprobación y la repercusión del RGPD de la UE, hay tres lecciones clave que podemos aprender mientras se intensifican las conversaciones sobre las políticas de IA en todo el mundo, y Europa está a punto de volver a dar un primer y significativo paso.

  1. El Congreso debe actuar. Como líder mundial en el sector tecnológico, Estados Unidos cumple un rol fundamental a la hora de marcar el rumbo de la política tecnológica, incluida la política sobre IA. Hasta la fecha, se han visto algunos avances en el Congreso. Este encargó al NIST que lanzara el Marco de Gestión de Riesgos de IA, un importante paso del que Workday fue uno de los primeros promotores. Además, el Congreso creó el Comité Asesor Nacional sobre IA, un grupo de expertos encargado de asesorar oportunamente a la Casa Blanca, y en el que se incluye a título personal al copresidente de Workday, Sayan Chakraborty. No obstante, a medida que los conceptos se conviertan en políticas concretas en las capitales de todo el mundo, la falta de nuevas medidas en el Congreso se hará más evidente. Ahora es el momento de que el Congreso apruebe una legislación que aborde la necesidad de contar con medidas de protección significativas para la IA.

  2.  La cooperación internacional es fundamental. En el caso de las iniciativas europeas en materia de IA, partimos de una base de valores compartidos e incluso de cierto consenso sobre los elementos fundamentales de una IA responsable. Sin embargo, hay que evitar un mundo en el que los innovadores estén sujetos a regímenes reguladores contradictorios. Estados Unidos ha tomado medidas para impulsar la cooperación en estas cuestiones con sus homólogos europeos, como la colaboración para poner en marcha el Consejo de Comercio y Tecnología UE-EE. UU. y la reciente confirmación del embajador Fick como primer embajador de Ciberespacio y Política Digital de Estados Unidos. Además de apoyar a la UE y EE.UU., Workday participa en conversaciones nuevas y en curso sobre políticas relacionadas con la IA en Australia, Canadá, Singapur y el Reino Unido. Estamos en un momento incipiente de la política de IA y, si el pasado es un prólogo, el ritmo del cambio después de que Europa adopte la Ley de IA acelerará drásticamente. En este contexto, Estados Unidos debería aumentar su inversión en la cooperación internacional centrada en la IA.

  3.  Las legislaturas estatales no perderán el tiempo. Ante la falta de acción del Congreso en materia de legislación sobre privacidad, los gobiernos estatales actuaron con relativa rapidez para llenar el vacío. Esta tendencia ha comenzado incluso antes con la IA, por ejemplo, con la ley sobre IA y empleo que entrará en vigor en Nueva York el mes que viene. Ante la inevitable actividad estatal y local, Workday ha desempeñado un rol constructivo en procesos como el de la ciudad de Nueva York, al tiempo que ha colaborado con legisladores de Sacramento, Albany y otros lugares para impulsar normas eficaces y viables. Nos complace ver contribuciones reflexivas al debate, como la AB 331 de California, una legislación que busca adoptar un enfoque basado en el riesgo para la regulación de la IA, al tiempo que adopta herramientas de rendición de cuentas de probada eficacia, como las evaluaciones de impacto. Prevemos un aumento considerable del número de propuestas estatales el año que viene.

La adopción por el Parlamento Europeo de su posición respecto de la Ley de IA marca el principio del fin de lo que representará un cambio radical bien recibido en el panorama político global de la IA. Cuando se habla de tecnología, se habla mucho del futuro. Con respecto al papel de Europa en la política tecnológica, es útil mirar al pasado para encontrar pistas sobre cómo avanzar con éxito hacia un enfoque armonizado de las tan necesarias medidas de protección para la IA que generen confianza y apoyen la innovación. 

Y ese enfoque armonizado es necesario ahora. Las partes interesadas y los legisladores de Estados Unidos deben trabajar juntos para asegurarse de que no perdemos la oportunidad que nos brinda esta inercia para garantizar el futuro del desarrollo responsable de la IA y avanzar en una legislación que permita la innovación continua al tiempo que genera confianza.

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