En lugar de intentar contratar talento externo para cubrir las carencias de nuevas skills, los responsables de RRHH deberían centrarse en el upskilling de su fuerza laboral actual y así preparar a la empresa para cualquier disrupción en el presente y en el futuro.
El upskilling crea una relación mutuamente beneficiosa. Además de ayudar a las empresas a adaptarse rápidamente a los cambios, la ampliación de las skills disponibles a nivel interno también confiere a los empleados nuevas áreas de especialidad que podrán usar para seguir progresando en sus carreras profesionales.
Competencia no es lo mismo que skill: una distinción importante
Saber cuáles son las skills que las empresas tienen a su disposición no es lo mismo que conocer a fondo el nivel de competencia que existe en su fuerza laboral. Aunque a menudo se usan indistintamente, "competencia" y "skill" no son lo mismo. Para la función de RRHH es muy importante entender lo competente que es la fuerza laboral con relación a todo tipo de skills.
Etiévant explica el planteamiento de Michelin: "Saber qué skills tiene una persona nos permite determinar su predisposición para realizar una actividad y nos resuelve el "qué", pero ¿y el "cómo"? Para resolver ese "cómo" no basta con disponer de habilidades. Aquí es donde intervienen las competencias, que enmarcan la aptitud en un entorno profesional. Nos permiten ver cómo hacen las cosas las personas, qué comportamientos tendrán y la calidad de lo que hacen. Por eso existe una progresión en las competencias. En Michelin tenemos establecidos niveles del 1 al 5 que muestran la progresión y por tanto la diferencia entre el qué y el cómo".
Nuevas skills y creación conjunta de la trayectoria profesional
Una cosa es tener las herramientas y los datos adecuados para identificar carencias de skills y otra es ayudar a los empleados a asumir la responsabilidad del desarrollo de su propia carrera profesional. Muchas empresas, Michelin entre ellas, creen en el empoderamiento de su fuerza laboral y en la "creación conjunta" de la trayectoria profesional, es decir, tanto la empresa como el empleado asumen la responsabilidad de identificar áreas para el desarrollo de skills nuevas y se comprometen a dominarlas.
"Si queremos prepararnos para el mañana, tenemos que invertir tiempo hoy. Y cuando las personas se comprometen a mejorar sus skills, se alegran porque se dan cuenta de las ventajas", dice Etiévant. "Estoy de acuerdo con la idea de crear conjuntamente y ser el artífice del propio desarrollo, pero la verdad es que es un sistema recíproco. Está el artífice, pero también está el mánager, que debe impulsar a los equipos. Y un tercer artífice, que es el partner de desarrollo local del entorno de RRHH. La colaboración entre todos estos artífices posibilita esta nueva evolución y espero que contribuya al auge de las skills que todos necesitamos para el futuro".