Lecciones de 2020: la agilidad y la resiliencia han definido las claves del liderazgo empresarial

La COVID-19 ha acelerado el ritmo de la transformación digital en muchas empresas. Carolyn Horne, nuestra presidenta de EMEA, analiza cómo un 2020 disruptivo ha actuado como catalizador del cambio y cómo los líderes empresariales están aumentando la agilidad y creando resiliencia en sus empresas.

Se puede decir que el 2020 no ha inaugurado la nueva década como nos hubiera gustado. Pero, a pesar de toda la incertidumbre y toda la disrupción, creo que este clima de cambio continuo será el catalizador para que los líderes empresariales por fin cambien la forma en la que trabajan y puedan prosperar en el mundo digital. 

Por pura necesidad, los líderes empresariales de todo el mundo se enfrentan actualmente a una realidad en la que la urgencia de la transformación digital es todavía más apremiante. Se han visto obligados a examinar a fondo lo que están haciendo bien y lo que tiene que mejorar en sus propias empresas. 

En mi opinión, los cambios en la forma en que trabajamos, dónde eligen trabajar nuestros empleados, cómo nos relacionamos con la tecnología y la manera en que pensamos en nuestros clientes se basan en un factor clave: la agilidad organizacional

Empresas ágiles que sacan provecho a su inversión

La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de incrementar la agilidad empresarial. Las empresas tienen que poder adaptarse para reaccionar a los cambios constantes. Si bien la agilidad se había convertido en la palabra de moda para indicar que se estaba mejorando, actualmente es un imperativo empresarial. 

Y hay evidencias que sugieren que las empresas ágiles sacan provecho a su inversión en términos de rendimiento. Un estudio de McKinsey, "The Need for Speed in the Post-COVID-19 Era—and How to Achieve it", llegó a la conclusión de que "las empresas rápidas superan a otras por un amplio margen en varios resultados, incluida la rentabilidad, la resiliencia operativa, la salud organizacional y el crecimiento".

De manera similar, un próximo estudio global de Workday, "Agilidad organizacional: roadmap para la aceleración digital", compartía la misma opinión. La investigación llegó a la conclusión de que las empresas ágiles, aquellas "con la capacidad de reaccionar rápida y eficazmente frente a las oportunidades", nunca han estado tan bien posicionadas para aprovechar la capacidad de trabajar a gran velocidad.

La disrupción como catalizador de la transformación

En los momentos difíciles, es normal, e incluso prudente, ser precavido al considerar nuevas inversiones. La innovación suele ser lo primero que sacrifica finanzas cuando llega el momento de apretarse el cinturón. Sin embargo, para muchas empresas globales, el camino hacia la transformación digital no se ha detenido por la situación actual. Incluso se ha podido acelerar a medida que las empresas se iban dando cuenta de que los sistemas que tienen implementados no pueden hacer frente al ritmo actual de los cambios. De hecho, IDC señaló que el 30 % de las empresas europeas ven la crisis de la COVID-19 como un incentivo para trasladar sistemas clave a la plataforma cloud ahora, no más tarde. 

La transformación no está libre de riesgos, pero adoptar la agilidad puede contrarrestarlos al proporcionarle a las empresas la capacidad de recuperación necesaria para afrontar con confianza los continuos cambios. Pregúntese, ¿son sus procesos lo suficientemente ágiles? ¿Podrían reaccionar rápidamente los sistemas Core Business de su negocio a cambios operativos importantes?

Es más probable que las empresas que más rápido respondieron a la pandemia fueran las que ya habían incorporado capacidades ágiles a sus procesos.

Definir la agilidad y hacerla realidad

Aunque la pandemia de COVID subraya la necesidad de agilidad y velocidad que tienen las empresas, es importante que entendamos que no se trata simplemente de hacerlo todo a velocidad de vértigo. La agilidad organizacional consiste en buscar formas innovadoras de desarrollar la resiliencia empresarial, garantizar el futuro de los flujos de ingresos, mejorar las operaciones y asegurarse de que los empleados estén bien gestionados y respaldados. Creo que es concluyente que los estudios de McKinsey y Workday hayan demostrado que las empresas que reaccionaron antes a la pandemia, a diferencia de las otras empresas, suelan haber incorporado capacidades ágiles como, por ejemplo, la accesibilidad a los datos y la colaboración transversal. 

El acceso a los datos y la capacidad de colaborar entre funciones son elementos clave de la agilidad. Como dijo Lesley Ballantyne, director de operaciones de John Lewis Partnership, en una entrevista reciente en el Blog de Workday. "Ya lo hemos visto durante la crisis, cuando en repetidas ocasiones tuvimos que responder rápidamente a cambios en nuestra nómina o cambios en el registro de tiempo de todas esas personas con diferentes modalidades de trabajo; fue esa agilidad de Workday la que nos permitió hacerlo".

Durante el confinamiento, todos hemos tenido que encontrar formas innovadoras de realizar tareas y procesos tradicionales, y en gran parte eso depende de lo ágil que sea su empresa. Mike Neller, Senior Vice President, Global Controller y Chief Accounting Officer en Aon plc, explicó recientemente cómo su equipo cerró el ejercicio financiero de forma remota por primera vez. "Al final, no hubo ningún problema. Fue fantástico. Se realizó de forma rápida y eficiente. Hay que tener en cuenta que estamos en más de 120 países, por lo que había muchísimas personas trabajando en el cierre de varios conjuntos de libros", explicó. Todos lo lograron sin ningún tipo de retraso y sin fallos. El equipo se coordinó de forma excelente para entregar a tiempo y no se tuvo que usar el plan de contingencia”.

El comienzo de la nueva década ha sido difícil y, aunque a primera vista puede ser complicado encontrar los aspectos positivos, me ha impresionado la capacidad de recuperación de las empresas para salir adelante. Los líderes empresariales han derribado los obstáculos que impiden el cambio y han adoptado la agilidad organizacional para transformar la forma en que operan sus empresas. No sabemos cómo resultará el año 2021, pero las empresas que han sido creadas para responder rápido a los cambios persistentes saldrán adelante en una época que promete ser de todo menos normal.

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