La pandemia de la COVID-19 ha puesto al descubierto la importancia de la tecnología para mantener en marcha los negocios. Ahora que el mundo parece recuperarse de la pandemia, muchas empresas están invirtiendo en la aceleración digital y es uno de los primeros puntos de su programa, dispuestas a demostrar que son dinámicas y resilientes ante las futuras disrupciones y los futuros desafíos.
El área de finanzas ha obtenido muchos insights nuevos del impacto de la COVID-19. Una lección importante de la pandemia ha sido la afirmación de que la tecnología legacy no puede mantener el ritmo del cambio, especialmente en los negocios que funcionen con una fuerza laboral remota.
El informe de Hackett Group, "Looking Past Covid-19: Five Critical Messages for CFOs", pide a los responsables financieros "acelerar la adopción de soluciones basadas en tecnología cloud para ampliar el acceso a los centros de operaciones de datos de la empresa y a las herramientas de trabajo".
¿Por qué acelerar ahora?
Cada vez más, los líderes empresariales recurren a las finanzas para guiarse hacia el futuro, sin embargo, es necesario un delicado equilibrio entre invertir en innovación a largo plazo y respaldar a la empresa en el momento actual. Con un grupo de partes interesadas cada vez más amplio para gestionar tanto los desafíos internos como los externos, por ejemplo, la preocupación social y la medioambiental, nunca había sido tan importante para las finanzas aceptar el cambio.
La agilidad se ha convertido en una característica determinante de los negocios, que les permite anticipar lo que está por venir, actuar con rapidez frente a los cambios y responder de un modo más decidido a las exigencias de los clientes, los cambios del mercado y las amenazas de la competencia. Aún así, muchas empresas siguen teniendo sistemas estáticos que se basan en modelos de datos rígidos, arquitecturas dispares y datos aislados. No son capaces de responder ante el cambio ni ante ningún tipo de disrupción, lo cual supone un riesgo en un momento en el que lo que más necesitan es agilidad. Si algo nos ha enseñado el 2020 es que los que no acepten este desafío se quedarán aún más rezagados. Ya no se trata de si las finanzas aceptarán lo digital y un sistema cloud, sino de cuándo lo harán.
Pero, ¿cómo puede acelerar una empresa su migración a las finanzas digitales? Empecemos con cuatro áreas que generan valor y que deberían estar en el punto de mira de todos los líderes financieros en 2021.
Crear una estructura de datos inteligente para la toma de decisiones
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las finanzas hoy en día es la riqueza de datos generados y cómo aprovecharlos antes de que queden obsoletos. El peligro de parálisis por análisis es totalmente real si la función de las finanzas no es capaz de transformar esa información en insights interactivos.
La verdad es que, debido a las dificultades para sacar partido a sus datos, las empresas no rentabilizan un recurso tremendamente valioso. El estudio de McKinsey, "Designing Data Governance that Delivers Value", ha revelado que los empleados pierden alrededor de un tercio de su tiempo en tareas sin valor añadido debido a la mala calidad y disponibilidad de los datos. Por ejemplo, el departamento de finanzas pasa más tiempo buscando, agregando, conciliando y eliminando datos, además de redactando informes manuales, que cualquier otro grupo.
A su vez, los equipos de TI buscan la forma de simplificar sistemas, reducir gastos y disminuir los esfuerzos requeridos para mantener los sistemas legacy. Las empresas requieren cada vez más datos e insights interactivos y los procesos centrados en TI se están convirtiendo en los cuellos de botella de la agilidad organizacional.
Se pide a los responsables financieros que proporcionen una orientación más frecuente que antes, por lo que deben cambiar su enfoque de los procesos financieros principales a la colaboración estratégica en toda la empresa. Un cambio que puede ser posible si se aceleran las iniciativas digitales y los sistemas cloud. Los líderes empresariales piden insights actualizados y nuevos modos de ver los resultados de la empresa que, a menudo, requieren una combinación de múltiples fuentes de datos diferentes. Para las finanzas, hay que convertir los datos en acciones.
Los enfoques legacy se basan en el procesamiento batch y se crearon para mover los datos a través de una cadena de suministro financiera lineal para resumir y crear asientos en un libro mayor, pero no fueron diseñados para afrontar los cambios con facilidad. Como resultado de estos tiempos inciertos, muy pocos responsables financieros piensan posponer las iniciativas para modernizar las plataformas de gestión de datos. De hecho, algunos están acelerando sus plazos. Esto es significativo, ya que la investigación de The Kackett Group descubrió que, al empezar el 2020, el 88 % de las empresas financieras pusieron en marcha una iniciativa de transformación mayor y el 96 % planificaron lanzar una en los próximos 12-24 meses.
Las finanzas deben poder asimilar con más facilidad grandes volúmenes de datos operativos (de sistemas externos), añadir cálculos simples o complejos para enriquecer esos datos y crear una contabilidad asociada cuando sea necesario, todo ello unido directamente a las transacciones de origen. Esta base de datos increíblemente completos será la base definitiva para las transacciones y los procesos activados para el machine learning, que se están convirtiendo en una parte fundamental de la actividad financiera habitual.
Las empresas que están listas para tomar decisiones tienen insights en tiempo real para asegurarse de que responden a las preguntas clave en los momentos adecuados. Lo hacen porque su modelo de datos tiene una dimensionalidad completa, en donde la misma fuente de información se puede examinar desde múltiples perspectivas. Por ejemplo, al combinar los datos financieros, operativos y del trabajador aparecen más insights generales y contextuales que responden a las preguntas clave y mejoran la velocidad y la calidad de la toma de decisiones.