1. Límites de los espacios de trabajo en casa
En el quid de la accesibilidad está la necesidad de evitar las suposiciones. El hecho de que alguien tenga los medios para realizar su trabajo en una oficina, no significa que los tenga en casa. Consulte a sus empleados discapacitados, póngalos en posición de actuar un verdadero cambio, y cree formularios de petición exhaustivos que den a todos la oportunidad de acceder a lo que necesitan. Esto no se limita a los escritorios o a los equipos de oficina: considere también las necesidades de los empleados neurodivergentes.
2. Las restricciones de la tecnología
La tecnología tiene el potencial de crear un terreno de juego equitativo para sus empleados, pero sólo si su empresa dedica tiempo a comprender e investigar las soluciones necesarias. Eso podría abarcar el software para reducir el ruido de fondo en las llamadas para las personas con problemas de audición, o la tecnología para proporcionar accesibilidad al teclado en las tareas de pizarra virtual. Lo importante es proporcionar un espacio para que sus empleados expresen sus necesidades.
3. El peligro de las suposiciones
Sin una conexión directa cara a cara, la gente suele suponer que la persona que está al otro lado de un correo electrónico o un mensaje instantáneo coincide con su propia experiencia vital. Ahí es donde las suposiciones se convierten en un problema. Más que requerir la compra de software o equipos, este paso consiste en aumentar los niveles de concienciación y animar al personal a considerar cómo pueden diferir las necesidades de las personas con las que trabajan. Eso puede ser a través de jornadas de formación, o de oportunidades de retroalimentación regulares y fiables.
Las ventajas del trabajo a distancia para la accesibilidad
La accesibilidad no se limita a garantizar que las voces y las experiencias no queden al margen. Se trata de promover la igualdad de oportunidades aprovechando realmente las herramientas de que disponemos. Juntos, podemos crear un mundo laboral en el que la inclusividad sea la norma.
1. Eliminación de las barreras físicas
Este es el beneficio más obvio, pero es uno importante. Ya sea por la continua falta de accesibilidad de las sillas de ruedas en las oficinas, o por la dificultad de desplazarse en transportes apretados para las personas con ansiedad social, la posibilidad de trabajar desde casa de forma flexible es un cambio de juego. Esa es parte de la razón por la que las puntuaciones de engagement global en torno al trabajo a distancia aumentaron un 6% el año pasado, incluso durante una pandemia.
Las puntuaciones globales de compromiso en torno al trabajo a distancia aumentaron un 6% en 2020.
2. Una reducción de los prejuicios y los sesgos
Abordar los prejuicios excluyentes arraigados requiere algo más que un espacio de trabajo digital, los prejuicios deben abordarse desde su raíz, pero es un comienzo. Las plataformas de comunicación en el lugar de trabajo ofrecen a todos igualdad de condiciones. Nunca ha habido una oportunidad mayor para dar a todas las voces la misma importancia, y para dar a todos las herramientas para presentarse en sus términos.
3. Más oportunidades de contratación
Si hace del trabajo a distancia una prioridad, abrirá la puerta a una reserva de talento mucho más amplia. Ya sea por el acceso físico, la necesidad de apoyo/descansos regulares o las presiones neurodivergentes, el trabajo a distancia es una solución fantástica para los problemas de la oficina. Este beneficio se notará en todos los ámbitos, ya que la contratación no estará dictada por la ubicación geográfica. No sólo eso, sino que también reducirá el desgaste debido a la falta de compromiso.
Crear un futuro accesible para el trabajo
La piedra angular de la estrategia empresarial inclusiva es sencilla: atender las necesidades específicas de un individuo tiene efectos positivos en todo el conjunto. Un principio clave del diseño inclusivo es resolver para uno, extender a muchos. Por eso la accesibilidad no es un diseño para discapacitados, es simplemente un buen diseño.
El primer paso es sencillo: escuche a sus empleados. Este es un nuevo mundo de trabajo para todos nosotros, y una encuesta puntual sobre el compromiso de los empleados ya no será suficiente. Tenemos que escuchar las necesidades de los empleados en el día a día, asegurándonos de que se escuche la voz de cada uno de ellos, incluso cuando no estén en la oficina.