La pandemia de la COVID-19 ha resaltado la importancia de la continuidad de las actividades empresariales. Millones de empleados en todo el mundo se han visto obligados a trabajar desde casa, y para algunos ha ocurrido literalmente de un día para otro. Garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados ha sido, naturalmente, el objetivo inicial. Mientras el mundo se adapta a un nuevo ritmo, también es imprescindible continuar las operaciones empresariales críticas en unas condiciones sin precedentes.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con Mike Neller, vicepresidente sénior, controller financiero global y director de contabilidad en Aon plc. Aon es una empresa internacional de servicios profesionales que ofrece soluciones de riesgos, jubilación y salud, y que cuenta con una plantilla de 50 000 empleados en 120 países. En pleno confinamiento global, Mike y su equipo cerraron el ejercicio financiero de forma remota. Siga leyendo para descubrir cómo llevó a cabo Aon su primer cierre financiero en remoto.
¿Cómo suele ser un cierre financiero en Aon?
Tenemos un proceso de cierre de seis días. Los libros mayores se cierran después de cuatro días para la mayoría de los países en los que trabajamos, y luego dedicamos dos días a consolidar y realizar las revisiones finales. Cuando empezamos a trabajar con Workday teníamos un proceso de ocho días, así que hemos logrado reducirlo un par de días. Podríamos reducirlo incluso un día más, pero lo cierto es que por el momento no lo necesitamos. Nos da tiempo para encargarnos de cualquier elemento de conciliación y ofrecer un plus de seguridad en la precisión de nuestras finanzas.
En nuestras ubicaciones más grandes, llevamos más de un año cerrando los libros con Workday Financial Management. Así que es algo a lo que estamos acostumbrados. No necesitamos un período de aprendizaje. El 95 % de nuestros ingresos actuales pasa por Workday y a finales de año el porcentaje superará el 99 %.
Parece que el cierre del primer trimestre del ejercicio contable actual no ha sido uno normal. ¿Podría darnos más detalles?
Nuestro primer trimestre terminó el 31 de marzo, pero normalmente empezamos el proceso de cierre unos días antes de la fecha del balance. Como la COVID-19 obligó a los compañeros a trabajar de forma remota desde mediados de marzo, cuando comenzamos el proceso, ya estábamos en un cierre 100 % virtual. Estábamos un poco nerviosos porque no sabíamos qué esperar. No conozco a nadie que haya hecho un cierre virtual. ¿Tendríamos problemas? ¿Se caería el sistema? Y ¿qué haríamos si pasara? ¿Con quién tendríamos que ponernos en contacto y cómo lo haríamos?
¿Cómo fue el proceso de cierre?
Aunque confiábamos en poder cerrar los libros a tiempo, establecimos un plan de contingencia por si el cierre virtual no se desarrollaba tan bien como esperábamos. Al final, no hubo ningún problema. Fue fantástico. Se realizó de forma rápida y eficiente. Hay que tener en cuenta que estamos en más de 120 países, por lo que había muchísimas personas trabajando en el cierre de varios conjuntos de libros. Todos lo lograron sin ningún tipo de retraso y sin fallos. El equipo se coordinó de forma excelente para entregar a tiempo y no se tuvo que usar el plan de contingencia.
No habría habido manera de lograrlo si hubiésemos tenido diez sistemas diferentes; si hubiésemos tenido sistemas que no fueran tan fiables y eficaces como Workday. Workday fue un pilar importantísimo y una pieza esencial para que pudiéramos llevar a cabo un cierre tan eficaz; algo que creo que todo nuestro equipo sabe y aprecia.