Puede que aún transcurra bastante tiempo antes de que las empresas vuelvan a funcionar con normalidad.
Un estudio de mediados de junio realizado por PwC a 330 responsables financieros de Estados Unidos reveló que una tercera parte de los CFO de dicho país pensaba que se tardaría más de seis meses en conseguirlo. Dos meses antes, el porcentaje de quienes pensaban que se tardaría tanto en lograr la recuperación era del 2 %.
Los responsables financieros tienen el complicado cometido de ayudar a evaluar las opciones y las repercusiones asociadas con el retorno al puesto de trabajo físico, cómo pueden crecer las empresas y de qué manera pueden reaccionar en el futuro.
Como no existe ninguna guía de aplicación universal para efectuar una transición de esta clase, mis colegas de Workday, a partir del estudio de PwC, partner de Workday, han colaborado con clientes y expertos del sector para elaborar la lista que se detalla a continuación. Considérela un punto de partida para ayudar a que su empresa logre volver a funcionar con normalidad.
Planificación financiera
Determine el coste de rediseñar o equipar el entorno laboral desde el punto de vista de la seguridad de los trabajadores. Según el estudio de PwC, el 78 % de los CFO tiene previsto reconfigurar los puestos de trabajo presenciales para promover la distancia de seguridad. El 83 % pretende cambiar las medidas de seguridad relativas al espacio de trabajo. Es posible que sus espacios de trabajo necesiten mejoras o alteraciones físicas con el objetivo de cumplir con las pautas de la llamada distancia social y las acciones de salud pública recomendadas. Tenga en cuenta el coste de los cambios en las áreas de recepción, escritorios, despachos, salas de reuniones, servicios, salas de descanso e, incluso, los sistemas de calefacción, refrigeración y ventilación. ¿Dispondrá de un consultorio o de un recinto para realizar pruebas en las instalaciones? ¿Cuáles son las repercusiones de crear un espacio para esta finalidad aunque sea de tamaño reducido? ¿Cómo preparará las instalaciones para realizar ejercicio de forma que sean seguras para los empleados, si tiene previsto ponerlas en funcionamiento?
Tenga en cuenta el coste de los roles y procesos nuevos. Es posible que la empresa se plantee incorporar a un responsable de servicios sanitarios, un director médico o, incluso, responsables de salud en cada sede. O quizás desee implementar determinadas prácticas que requieran el uso de equipos y suministros como pautas de limpieza e higiene, servicios de saneamiento, sistemas de revisión médica, dispositivos de localización inteligentes y procesos de certificación. Los expertos de la sanidad pública consideran que la pandemia nos seguirá afectando durante cierto tiempo; por lo tanto, tenga en cuenta no solo los costes iniciales, sino también los gastos continuos de estas medidas.
Piense en todos los costes. Es importante analizar la experiencia profesional y considerar los gastos asociados. Por ejemplo, los viajes discrecionales, que en abril habían disminuido un 95 %, deberían ser un objetivo claro en las reducciones de gastos operativos al menos durante los próximos meses. Y una fuerza laboral que trabaja remotamente más numerosa puede comportar un ahorro en alquiler, calefacción, refrigeración y otros gastos generales.
Explore la posibilidad de elaborar presupuestos de base cero. En su afán por recortar gastos, algunas empresas implementan la elaboración de presupuestos de base cero, ya que consideran que un enfoque que parte desde cero maximizará el ahorro de costes. Elaborar un presupuesto desde cero supone ir más allá de examinar minuciosamente cada coste, pero tiene sentido si lo que desea es justificar cada céntimo que se gasta. Una encuesta realizado por Gartner en abril a ejecutivos financieros reveló que uno de cada cuatro (26 %) tenía previsto implementar la elaboración de presupuestos de base cero como respuesta a la pandemia global.