En la actualidad, un sistema basado en tecnología cloud (con IA ya incorporada y que ofrece mejoras continuas) ofrece el mayor grado de visibilidad sobre los datos que impulsan a la empresa y, además, permite a los líderes empresariales generar valor.
Una plataforma de última generación permite a los CXO gestionar sus finanzas y su personal en un solo sistema, así como adaptarse a los cambios en las operaciones y procedimientos y tomar decisiones basadas en datos con mayor rapidez, agilidad y precisión. En resumen, un sistema ERP moderno ayuda a mejorar los equipos de finanzas, contabilidad y RRHH.
Mitos de la ERP frente a las realidades actuales
Según un estudio citado por McKinsey & Company, para 2025 se prevé que en todo el mundo se llegarán a generar aproximadamente 463 exabytes al día. Un exabyte es aproximadamente la cantidad de datos que se generó al día en 2012, 250 millones de DVD de información, o una quinta parte de todas las palabras pronunciadas a lo largo de la historia de la humanidad. En otro estudio de Deloitte, se plantea que en 2024 se generarán 149 zetabytes al día. (un zetabyte equivale a 1024 exabytes).
La cifra exacta es lo de menos, lo que está claro es que la forma en que las empresas gestionen, recopilen, almacenen, protejan y analicen esos datos será cada vez más importante.
Sin embargo, los sistemas de contabilidad del pasado funcionan en gran medida como hojas de cálculo, que no se diseñaron para manejar la cantidad de datos que producen las empresas en la actualidad, y mucho menos para permitir la obtención de insights interactivos a partir de ellos. En los sistemas legacy, el plan contable del libro mayor se configura al implementarlo y permanece fijo durante toda su vida útil.
En cambio, los sistemas ERP modernos se basan en un modelo de datos de objetos que ofrece flexibilidad para las necesidades a largo plazo a medida que crece la empresa, ya sea mediante fusiones y adquisiciones, la expansión internacional u otras circunstancias que requieran un nuevo planteamiento.