Puede ser complicado entender a qué se refiere el término "experiencia del empleado". A nivel lingüístico, es similar al concepto paralelo de la experiencia de cliente, es decir, las empresas deben plantearse si sus empleados reciben la misma atención y dedicación que los clientes. A nivel conceptual, tiene origen en la psicología organizativa e incentiva a las empresas a que reevalúen el contrato no escrito que respalda las relaciones con sus empleados. En la práctica, se refiere a las estrategias e iniciativas de la empresa que mejoran el bienestar, la productividad, el sentido de pertenencia y la implicación de los empleados. Si una empresa quiere tener éxito en el panorama actual, debe sumar a su estrategia una competencia completa de la experiencia del empleado. Es fundamental.
Debido a su naturaleza, la experiencia del empleado evoluciona constantemente. Hace un tiempo, la experiencia del empleado era un tema que tan solo trataban los equipos de recursos humanos (RRHH), pero ahora cuenta con la atención de toda la alta dirección por una buena causa. Cuando se tiene en cuenta todo el ámbito de las experiencias de los empleados, se incluyen, necesariamente, todas las interacciones, desde su incorporación hasta su salida. Pueden ser las tecnologías y las soluciones internas que los empleados usan para la gestión de capital humano, la comunicación y el seguimiento del desempeño en el puesto, las oportunidades sociales y las instalaciones que tienen disponibles en persona, o las consecuencias que las horas de trabajo contratadas tienen en su vida personal. Por ello, es vital que las empresas garanticen que sus líderes de personal están alineados con la experiencia del empleado y trabajan en la misma dirección. Sin embargo, lograr la complicidad del consejo de administración también puede ser difícil.
De acuerdo con nuestra encuesta global, "Closing the Acceleration Gap: Toward Sustainable Digital Transformation", realizada a 1150 ejecutivos sénior, casi la mitad de los líderes (49 %) afirmó que la incapacidad para conectar los datos operativos, financieros y de personal con los resultados de negocio perjudicaba la agilidad.
A lo largo de este artículo, definiremos la experiencia del empleado con mayor claridad y veremos un resumen de la terminología similar. Después, desglosaremos los beneficios que tiene una experiencia del empleado positiva y proporcionaremos un análisis completo de los aspectos en los que los líderes empresariales deben poner más atención a la hora de desarrollar su estrategia de la experiencia del empleado. En cada fase, facilitaremos estadísticas actuales de informes nuevos y recientes que muestren las necesidades empresariales atendiendo al ámbito, en continua expansión, de la experiencia del empleado y a las expectativas correspondientes de los trabajadores. Al final del artículo, garantizamos que tendrá el marco teórico y los recursos específicos adecuados para crear un caso sólido con un enfoque integral y multicanal de la experiencia del empleado.
¿Qué es la experiencia del empleado?
La base de la experiencia del empleado moderna es simple: considerar a los empleados como partners y partes interesadas importantes, independientemente de su antigüedad, sexo, raza, religión o cualquier otro factor. Debemos tener presente el respeto mutuo al definir la experiencia del empleado.
En pocas palabras, la experiencia del empleado hace referencia al total de las impresiones que un empleado obtiene de cada interacción durante su ciclo de vida laboral en una determinada empresa. Sin embargo, no debería percibirse como algo que la empresa hace por los empleados. En su lugar, se entiende como la experiencia interna de los trabajadores, que sirve para medir la huella que cada interacción deja en sus opiniones y las sensaciones hacia la empresa. Son las percepciones que tienen de la cultura de la empresa, la forma en la que se espera que hagan su trabajo, los líderes de personal y todo lo demás. Una imagen fidedigna de la experiencia del empleado supondría reflejar todo aquello que este experimenta en el trabajo.
Cuando tratamos la experiencia del empleado, es importante visualizarla como algo acumulativo. En la carrera de cualquier empleado con su empresa habrá momentos importantes, pero estos no son decisivos por sí mismos. En este artículo, nos referiremos a las interacciones individuales y a las correspondientes percepciones que los empleados tienen de ellas, como la frecuencia de las reuniones empresariales, el grado de digitalización de su trabajo y la solidez de las comunicaciones por mensajería de la empresa. Estas percepciones se han diseñado para aclarar la enorme variedad de situaciones que un empleado tendrá cualquier día, por no hablar de una semana laboral completa. Desde el momento en el que un empleado nuevo firma el contrato laboral, su percepción de la empresa cambia constantemente. Garantizar que la evolución es positiva requiere un enfoque continuo e integrado con unas soluciones específicas.
Con el fin de aclarar la relación que la empresa y el empleado mantienen, la experiencia del empleado suele considerarse dentro de la propuesta de valor del empleado, esto es, el contrato no escrito que existe entre ambos. Históricamente, la propuesta de valor del empleado abarcaba tanto el salario como los beneficios que este recibía a cambio de su trabajo; sin embargo, en el último siglo, se ha ampliado para cubrir todo, desde el crecimiento profesional hasta la pertenencia y la diversidad. Un buen ejercicio mental para determinar dónde hacer cambios a la experiencia del empleado en general es sopesar el estado de la propuesta de valor del empleado entre este y la empresa.
Relación entre la experiencia del empleado y la experiencia de cliente
Cuando hablamos de la experiencia del empleado, es inevitable pensar en la experiencia de cliente, uno de los conceptos básicos de muchos enfoques de marketing y ventas modernos. Al igual que la experiencia del empleado, la de cliente hace referencia a la idea general que el cliente se hace de su empresa durante el recorrido del cliente. ¿Están satisfechos con la calidad del producto o servicio? ¿Sienten algún tipo de fidelidad de marca hacia su empresa? ¿Qué relaciones mantienen con los empleados que trabajan de cara al público en el punto de venta? ¿Es la experiencia de cliente digital distinta de uno a otro? Todas estas preguntas se pueden adaptar para aplicarlas a su fuerza laboral.
La última pregunta refleja de forma más evidente la relación entre la experiencia de cliente y la del empleado. Antes, la influencia que uno ejercía sobre otro se entendía con el dicho "el cliente siempre tiene la razón"; pero ahora, las empresas consideran que una experiencia del empleado positiva tiene una influencia directa en la experiencia de cliente. Para un enfoque realmente dirigido al personal, no deberíamos pensar solo en los efectos que la experiencia del empleado puede tener sobre la del cliente. Dar apoyo a sus empleados en cada etapa de su ciclo de vida laboral tiene un valor propio, más allá de métricas cuantificables. Sin embargo, al considerar los beneficios materiales empresariales que otorga el ajuste de la estrategia de la experiencia del empleado, determinamos mejor la repercusión que un enfoque integrado y continuo puede tener de la experiencia del empleado.